domingo, 3 de abril de 2011

MUSAQA'A / ENTRANTE DE BERENJENAS



Ocupación no es agua. No es soldados. No es checkpoints. No es guerra, ni paz, no es un juego ni una estrategia militar, tampoco una decisión administrativa. No sólo.

OCUPACIÓN es otra cosa.

Ocupación es, sobre todo, Ahmed.

Ahmed ha madrugado mucho, se ha levantado a las 4 a.m. porque quiere cultivar el huerto de su padre, que cuenta 79 años. Ahmed y su familia viven en Qalqilya. El huerto de Ahmed está a 5 kms de su casa, pero Ahmed y su familia viven la ocupación, y por eso se levantan a las 4 a.m.

Un buen día, llegaron los soldados, las máquinas, y sembraron un muro a 2 kms de la casa de Ahmed. Y se dejaron el huerto al otro lado del muro.

Todos montan en el coche pequeño y destartalado de la familia (también va el padre de Ahmed, porque de lo contrario nunca llegarían hasta el huerto) y salen de casa. No van hacia el muro, porque el muro no tiene puerta. En su lugar, conducen durante una hora hasta la puerta más próxima, y hacen cola pacientes junto con otras muchas familias que tienen otros muchos huertos al lado del mismo muro.

Tras 3 horas interminables, a las 8:30 se presentan al oficial de guardia. Ha tenido un mal día.

Papeles, quiero papeles.


Sólo el padre de Ahmed es titular del huerto, ya que él lo compró, y transmitir esta propiedad en vida es mucho más complejo y caro de lo que se pueden permitir. El oficial decide. Sólo el padre puede atravesar el muro, la familia ha de dar media vuelta.

El padre de Ahmed sale del coche, sus 79 años caminarán ayudados por un bastón durante otras 45 minutos hasta llegar a su huerto, recogerán algunos tomates y volverán a la puerta del muro. El padre de Ahmed siempre reza para que el oficial del turno de tarde no tenga antojo de tomates ese día.

*Gracias a Teresa Aranguren por contarnos la historia de Ahmed y su familia


MUSAQA'A


Es muy común pensar que Musaqa'a y Moussaka son lo mismo, pero en realidad no hay dos cosas más diferentes. Sólo tienen en común la base de ambos platos: las berenjenas.

INGREDIENTES

Berenjenas, 800 grs
Cebolla, 1 ud de buen tamaño
Tomates, 4 uds
Zumo de tomate, 1/2 taza (el mismo jugo que sueltan al pelarlos nos sirve)
Aceite de oliva
Sal, pimienta, allspice [en su defecto, mezcla de 5 pimientas]
Guindilla picada, opcional


PREPARACIÓN

Cortar las berenjenas en lonchas de grosor medio (2-3 mm) y colocar en un cuenco con abundante sal, dejar reposar 30 minutos.

Pasado este tiempo, eliminamos el sobrante de sal y las secamos bien. Las freímos en aceite muy caliente, por tandas, hasta que se doren. Las vamos retirando a un plato con papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de grasa. Reservamos.

Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana, y pelamos los tomates (es de gran ayuda hacer una hendidura en forma de cruz con un cuchillo en cada tomate, y sumergirlos un minuto en agua hirviendo, la piel sale sola).


Ponemos a calentar aceite en una sartén y añadimos la cebolla, la sofreímos a fuego medio hasta que esté transparente, y añadimos ahora los tomates ya pelados y troceados, la sal, la pimienta, la mezcla de allspice y la guindilla, si la usamos.  Añadimos el jugo del tomate, o un poquito de agua si no fuera suficiente, y dejamos cocer unos minutos.

En una fuente para horno, ponemos la berenjena bien extendida, y añadimos por encima la mezcla de cebolla y tomate de la sartén. Cubrimos todo cuidadosamente con papel aluminio y horneamos a 180º durante 30 minutos. Pasado este tiempo, retiramos el papel y volvemos a poner en el horno durante 10 minutos más a la misma temperatura.

Servimos con perejil fresco y sésamo.



4 comentarios:

  1. Sin palabras, gracias por esta bella-tristísima historia y por ensañarnos la diferencia de los dos platos.
    Besos y feliz domingo.

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  2. Hacia tiempo que no te cruzaba en mi camino..y como siempre y por desgracia lo que leo es terrible!!, no nos damos cuenta de la vida tan dura que tienen Ahmed y muchos como el. Ignoramos todo y nos conformamos con el comentario de un telediario...me dá mucha pena
    El plato como toda la cocina de oriente medio se ve maravilloso.
    Besitos.

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  3. Gracias Ángeles, Juana.

    Me gustaría transmitir (tengo que echar un ojo cuando escribo y ser más positiva) que no todo es así en Palestina, que la normalización del conflicto hace que historias como esta sean tan cotidianas, tan terriblemente normales, que no parezca que alteren su vida.

    Que a pesar de dar la vuelta en un checkpoint, los niños juegan, las madres ríen y la vida fluye.

    Gracias a las dos por seguir ahí.

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